miércoles, enero 17, 2007

PARA QUE MODOU SARR NO MUERA OTRA VEZ

La Provincia.es - JOSÉ NARANJO
Se llamaba Modou Sarr y no pudo resistir la dureza de un viaje desde el sur de Senegal hasta Canarias. Falleció cuando estaba a pocos metros de su objetivo, a las 13.00 horas del primero de enero de 2007. Fue el primer muerto de la inmigración en Canarias este año. Seguro que no será el último. Desde entonces, hace ya quince días, Modou yace dentro de un frigorífico a la espera de descansar en paz. En pocos días será enterrado, sin mayores miramientos, en una tumba anónima, sin nombre ni apellidos, si antes no se logra su identificación y se consigue el dinero suficiente para que su final sea más acorde con los dictados de su religión.

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