sábado, marzo 20, 2010

«La solidaridad no puede estar en crisis»

Dominicanos, rumanos, argelinos,... La lista de nacionalidades de los miles de usuarios que recibieron ayuda durante sus «primeros pasos» en la capital en las oficinas de la ONG Desarrollo y Solidaridad (Desod) es interminable. Una pequeña representación de todos ellos se reunió ayer bajo los soportales de Fuente Dorada, en pleno aguacero, para protestar por su cierre y, de paso, pedir que la asociación siga abierta. Liliana, una mujer rumana, ejerció de portavoz de los congregados a la hora de leer un manifiesto en el que destaca que la organización «es un referente único en la atención a los ciudadanos extranjeros» y advierte de que «la solidaridad no puede estar en crisis».

No hay comentarios: