Héctor Ortega se tropezó con el cadáver de otro inmigrante como él cuando cruzaba el desierto de Arizona bajo un sol abrasador.
Sin poder hacer nada por el muerto, Ortega y el grupo con el que iba continuaron caminando guiados por un traficante de personas, determinados a completar su odisea ilegal a pesar de que enfrentaban temperaturas récord y un ambiente hostil.
Etiopía 2018- dos semanas..
Hace 6 años
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