Ginebra, 20 ene (EFE).- Un total de 103.000 refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes africanos, sobre todo etíopes, atravesaron el golfo de Adén el año pasado, lo que supone una cifra sin precedentes, indicó hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Esta evolución revela la desesperanza de los habitantes de la región conocida como el Cuerno de África, dispuestos a todo para perseguir el sueño de una vida mejor.
Los migrantes, que parten generalmente de Somalia y Etiopía, pero también de la vecina Yibuti, emprenden peligrosas travesías marítimas organizadas por bandas de traficantes que les prometen llevarlos hasta la costa de Yemen, otro país sumergido en la pobreza y el conflicto armado
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