viernes, agosto 25, 2006

Comentario a Cayucos Electorales. Por Gonzalo Melian Marrero.

En el sistema del bienestar (Laissez Faire) los inmigrantes eran recibidos con los brazos abiertos entre otras cosas porque fueron los principales causantes de la construcción de los países desarrollados de hoy en día. Sin embargo en el Estado del bienestar los inmigrantes se han convertido para muchos en un problema.

Sin entrar en la diferenciación de PP y PSOE que hace el señor Alemán, a mí me gustaría señalar las dos medidas planteadas por diferentes ideales políticos para solucionar la inmigración y que a mi juicio no dejan de ser medidas “cayuco electorales” elaboradas por algunos para conseguir votos.

La primera medida utilizada principalmente por la izquierda (independientemente en el partido que milite PP, PSOE, CC, ATI, PC, IU) es el de incrementar las medidas sociales: seguridad social, educación y ayudas públicas. Esto lleva inexorablemente a incrementar el gasto público y a la elevación de los impuestos, por lo que el contribuyente no sólo no se encuentra satisfecho sino que se empieza a generar en él algo de odio hacia los inmigrantes. Por otra parte este tipo de medidas ocasionan un efecto llamada de inmigrantes que vienen buscando una mejora de vida sin contribuir con su trabajo.

La segunda medida esta vez utilizada por la derecha (también independientemente del partido que sean) son las medidas anti-inmigración, cierre de fronteras y regulación absoluta de la inmigración. Esta postura también ha sido defendida por algún que otro liberal como pudo haber sido el caso de Hoppe siempre y cuando siguiera existiendo el Estado del bienestar. El principal problema de esta medida es precisamente que eliminan la posibilidad de entrada a inmigrantes que quieren venir a trabajar.

Existen también otras medidas que suelen ser compartidas por la derecha y por la izquierda que se ven reflejadas en la común frase “Que vengan pero con trabajo”. Difícil es que esto suceda mientras sigan existiendo medidas intervencionistas como el salario mínimo que impiden trabajar a gente que quiere trabajar y que lo que terminan creando es un mercado negro de trabajo.

Leí no hace mucho una entrevista que se le hizo al Catedrático Jesús Huerta de Soto (probablemente a una de las mayores mentes de nuestro país) en un periódico de estudiantes de la Univerisidad Carlos III de Madrid. En ella defendía la apertura de fronteras, abolición de prestaciones sociales para los inmigrantes y la denegación al derecho a voto por unos años determinados, de esta manera se eliminarían los incentivos artificiales, no habría costes para los contribuyentes y no serían utilizados con fines electorales.

Después de lo dicho lo único que puedo asegurar es que la inmigración actual es un fracaso más del Estado del bienestar y que la única solución posible a la misma es “el desarrollo económico y social” (como apunta el señor Alemán), y este sólo puede venir si damos entrada a la globalización y nos convertimos en una sociedad (como define Albert Espulgas en http://www.juandemariana.org/comentario/609/) no intervenida en donde los bienes, el capital y las personas gozarían de libertad de movimientos de manera voluntaria y siempre respetando la propiedad privada. Se eliminarían las fronteras a excepción de las que quisieran establecer las personas en sus dominios particulares. Además para terminar la inmigración no sería subsidiada ni penalizada y ningún Estado podría utilizar la fuerza contra individuos cuyo único delito ha sido cruzar una línea imaginaria trazada en un mapa en un intento de buscar una vida mejor como suele suceder hoy en día.

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