Foto: Manos Unidas
Marta Arroyo | Madrid
La resonancia del conflicto palestino-israelí ha silenciado dos dramas que suceden a diario en Tierra Santa. El de los beduinos del desierto de Judea y el de los esclavos de las redes de tráfico humano en la península del Sinaí. Pero la misionera comboniana Alicia Vacas no da esta batalla por perdida e intenta darles voz.
A la clínica que la ONG israelí Médicos por los Derechos Humanos, con los que colabora desde 2008, acuden cientos de inmigrantes africanos con signos de violencia. Casi un centenar al día. La mayoría, sudaneses y eritreos.
Etiopía 2018- dos semanas..
Hace 6 años
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