miércoles, enero 06, 2010

El padrón de Vic y la inmigración

XAVIER Rius Sant

La decisión del Ayuntamiento de Vic de exigir a los extranjeros que pretendan empadronarse que tengan permiso de residencia vulnera tanto la ley de extranjería como la ley 4/1996 de bases de régimen local. También contradice los criterios fijados por el Consejo de Empadronamiento del Instituto Nacional de Estadística (INE), responsable del padrón municipal en toda España.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nadie nos ha preguntado a los españoles si queremos erigirnos en la madre Teresa de Calcuta de la indigencia mundial a costa del sudor de nuestra frente, de pasar hambre y de no tener acceso a una vivienda digna porque nuestros sueldos no superan los 1.000€ mensuales en un país en el que los meros alquileres cuestan una media de 750€.
Sed solidarios los ricos a los que os sobra mucho, pero no le pidais que lo sea a quien no le llega ni para sobrevivir. Seguro que lo sois a costa de lo que nos habeis robado a los demás. Devolvedlo.

Anónimo dijo...

Sres. Políticos:

Acaso creen Vds. que los ciudadanos somos gilipollas y que no sabemos pensar por nosotros mismos….?
Bajo la amenaza de tildarnos de xenófobos, racistas e insolidarios, llevan Vds. años haciéndonos creer que los españoles tenemos la obligación de erigirnos en los protectores absolutos de la indigencia mundial con el sudor de nuestra frente. Con el sudor de nuestra frente, sí, porque desde luego la de Vds. no suda.
Durante un tiempo, parecía que habían Vds. conseguido su objetivo, pero el paso del tiempo, porque los hechos valen más que mil palabras, ha permitido a la ciudadanía darse cuenta de la estafa.
A un país en el que la mayoría de sus trabajadores tiene un sueldo de 1.000€, en el que simplemente alquilar una vivienda digna supone alrededor de los 700 u 800€, y en el que una parte importante de su población está pasando hambre por culpa de Vds., al haber permitido, basándose en la ley de libre mercado, la usura y la especulación desmesurada, no se le puede pedir, y mucho menos exigir, que siga renunciando una mayor parte de su salario a través de impuestos, porque ya tiene muy claro no sólo que no redundarán nunca en su propio beneficio en un futuro, sino que ni siquiera sirve como pan para hoy.
Si la ley de empadronamiento sólo sirve para contabilizar el número de habitantes en cada municipio, utilicémosla para eso, para lo que sirve. Para contar.
Para contar el número de personas que viven en un municipio, trabajando, pagando impuestos e integrándose en la realidad social y cultural del mismo.
Para lo que no puede servir nunca, ni la ley así lo dice, porque eso no lo habría aceptado nadie, es para que cualquier persona que consiga entrar en este país sin trabajo ni documentación, pueda vivir en él alegremente cobrando unas ayudas sociales que salen del dinero de los habitantes de este país y que en ocasiones superan a los sueldos de muchas personas, sin trabajar y por supuesto, sin pagar un euro de impuestos. O, en el peor de los casos, trabajando en la economía sumergida que enriquece cada vez más a los mismos, es decir, a los empresarios, y empobreciendo y privando cada vez más a los trabajadores legales de unos mínimos derechos adquiridos que tanto tiempo y nos esfuerzo nos ha llevado conseguir.
La solidaridad empieza por uno mismo, y somos todavía demasiados los españoles que pasamos necesidades y que no podemos acceder a una vivienda digna. Solucionen Vds. los problemas de su casa, y ya veremos luego cómo podemos ayudar a solucionar los problemas de los demás.
Si de lo que se trata es de redistribuir la riqueza, aprendan de una vez a redistribuir la de quienes son ricos de verdad y a nuestra costa. Pero no se les ocurra tildarnos de insolidarios, porque lo que de verdad estamos siendo es estafados. Estafados por Vds., que necesitan votos y por las mafias a las que Vds. permiten actuar libremente