martes, enero 05, 2010

Inmigración e intereses

RAFAEL TABARES - Burgos
Casi de puntillas, y tras otras noticias que nos distraen, se ha aprobado la reforma de la Ley de Extranjería. La cuarta en menos de 10 años, lo que da idea del vaivén legal al que se ven sometidas las personas que tienen que inmigrar.
Lo más triste de todo no es el desconocimiento, sino el trato que se da a las personas. Si en época de bonanza se reclamaba mano de obra barata para acometer el tirón al alza de la economía, hoy, en plena recesión, se suprimen derechos de las personas para que cada vez sea más difícil emigrar. Es decir, las personas son consideradas como mercancías que vienen y van al ritmo que marca nuestro interés.

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