MILAGROS L. DE GUEREÑO
Las autoridades mexicanas investigaban ayer, aparentemente a regañadientes y presionadas por los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala, el secuestro de unos 50 inmigrantes centroamericanos en el estado de Oaxaca. Las víctimas, raptadas al mejor estilo de las películas del Oeste y supuestamente para someterles a extorsión, formaban parte de un grupo de 200 personas que el 16 de diciembre tomaron en Chiapas uno de los trenes de carga utilizados por los 'sin papeles' para llegar a la frontera estadounidense.
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