Las autoridades de Israel están seriamente preocupadas por
la creciente ola de emigración del continente africano.
El ministro de la Seguridad Interior, Itshak Yitzhak
Aaronovitch, ha declarado que un millón de refugiados del Sudán y Eritrea
tratan de llegar a Israel. Una parte de ellos está cerca de la frontera, la otra
parte en el Cairo.
El periódico Israel Hayom informa, que el ministro del
Interior de Israel, Eli Yishai, ha dado la orden del arresto inmediato y el
encarcelamiento por un período de tres años de todos los nuevos emigrantes, que
cruzaron ilegalmente la frontera. La orden entra en vigor la próxima semana. El
ministro ha declarado también que cualquier funcionario estatal que contribuya
al contrato de trabajo de los emigrantes será multado. El gobierno de Israel
prepara también la deportación al Sudán del Sur de unos cuantos miles de
emigrantes.
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