BIRMINGHAM – Ahora que la indignación ha cobrado atención nacional y mundial con las manifestaciones a través del país, debería haber espacio para indignarse por el maltrato a la comunidad inmigrante de Alabama con la HB 56 y por la insensatez de quienes creen que la ley sólo perjudica a indocumentados y no a ciudadanos, a la economía y potencialmente la salud pública.
La indignación está en voces como la de Jasmine Reyes, nacida en Nueva York y de origen puertorriqueño. Lleva 11 años en Birmingham y ve los efectos de la HB 56 en la clínica comunitaria donde dirige proyectos especiales
Etiopía 2018- dos semanas..
Hace 6 años
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