La historia de Mamadou empezó con una desgracia familiar en una tierra abocada a la tribulación: "Hace tres años mi padre perdió una pierna en un accidente y ya no podía trabajar. Mis hermanos y mi madre tampoco lo hacían, y un amigo me aconsejó salir a buscarme la vida".Ese compañero al que se refiere es el que le ayudó en su travesía hasta el mar, con un viaje en coche hasta Argelia, donde trabajó de aprendiz de albañil, y una posterior odisea a pie hasta llegar a su destino marroquí.
Allí decidió subir a una patera. "No tenía otra forma de llegar a España, por eso tuve que elegir esa manera", relata Mamadou, que reunió el dinero que necesitaba para entrar en la embarcación gracias al mismo amigo que le aconsejó.
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http://www.elmundo.es/elmundo/2012/08/26/valencia/1345994832.html
1 comentario:
Justamente, el pasado 23 de agosto publicábamos la otra cara de la noticia: Una atleta que, para mejorar, se vino a Europa en patera y murió en el trayecto... Mamadou tuvo más suerte que Samia Yusuf. A los dos les atrajo el éxito del deporte. ¿No es injusto que unos lo tengan todo a un tiro de piedra, y otros tengan que arriesgar su vida para lograr el éxito? ¡Mundo injusto!
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