martes, agosto 17, 2010

"Le he dicho a mi hermano en Senegal que no venga"

Por Rop Zoutberg
Cada vez menos africanos intentan cruzar hacia Europa en pequeñas embarcaciones. Tanto en España como en Italia, las estadísticas muestran una clara línea descendente. Las patrullas, los convenios políticos y la crisis económica dificultan la llegada de posibles inmigrantes. "Le he rogado a mi hermano en Senegal que no venga"

"No hay trabajo. Esto es lo único", dice uno de los senegaleses que vende gafas de sol de marca falsas en el paseo marítimo de Gijón, en el norte de España. En su puesto ambulante, las camisetas de imitación de la costosa marca Lacoste valen 15 euros y las gafas que apenas se distinguen de las auténticas Ray-Ban cuestan 10. El vendedor senegalés ya lleva tres años en España y todavía tiene que huir a diario de la policía. De vez en cuando, aparecen los agentes.

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