lunes, marzo 09, 2009

La solidaridad con los sin papeles desafía la ley

Público.es - SUSANA HIDALGO - MADRID
"Me negaré a acatar una ley que es una aberración y supone una regresión en la ética ciudadana". El que habla es Javier Baeza, uno de los sacerdotes de la parroquía de San Carlos Borromeo (Entrevías, Madrid), y se refiere a la recién anunciada reforma de la Ley de Extranjería que perseguirá a aquellos que sean solidarios con los inmigrantes en situación irregular y promuevan su permanencia en España. La norma no especifica si se refiere a particulares o también a ONGs o congregaciones religiosas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que sea la manera ideal de acabar con la inmigración el olvidar los derechos humanos y la solidaridad. Si realmente Europa quiere acabar con la inmigración, tendría que actuar en destino. Ayudando a los posibles emigrantes en sus respectivos paises, directamente, sin intermediarios gobernantes, y atacando a las mafias. No a estos pobres que lo han arriesgado todo por salir de su pobreza ni intimidando a quienes les ayudamos. ¡Ni que hubiera resucitado Hitler!

Anónimo dijo...

NO A LA INDIGNIDAD. Conocía al cura Javier Baeza en unas jorndas sobre inmigración hace ya mas de un año, él abordó el tema de la integración de los extranjeros. Recuerdo como defendia que el cristianismo no estaba reñido con los "infieles", a quien él cedía las instalaciones de su Parroquia (lo que le valió la condena del Arzobispo Rouco Varela). http://www.elpais.com/articulo/madrid/Rouco/cierra/iglesia/roja/Vallecas/elpepuespmad/20070402elpmad_1/Tes

Lejos de amedrentarse, persiste en su sentido de la caridad cristina, en la fidelidad a su conciencia, ahora frente al Gobierno juzgandose su libertad. Javier, no estarás solo ni habrá prision que intimide tu dignidad.

Anónimo dijo...

Bueno, déjame aclarar una cosa: el tema de la condena de Rouco Varela a JAvier Baeza y a su parroquia no fue por acoger a inmigrantes. Fue por la forma que tenían ellos de oficiar la Santa Misa: comulgando con rosquillas, sin vestir la ropa reglamentaria, y tener reuniones "revoltosillas" en la Iglesia.. No por ayudar a los inmigrantes.
La Iglesia Católica nunca estará en contra de la caridad cristiana, pero siempre con un orden, como es lógico...